Las enfermedades de transmisión sexual, la elección para iniciar actividad sexual, métodos anticonceptivos y las creencias, aún forman parte actualmente de tabús existentes dentro de las familias mexicanas, que en muchas ocasiones repercuten para el crecimiento y descubrimiento del adolescente.
Algunos estudios mencionan que la actividad sexual se inicia en promedio en una edad entre los 15 y 19 años de edad. Es por ello que emplearemos algunas tácticas para poder abordar a nuestros hijos en cuanto al tema de sexualidad se sugiere. Es importante mencionar que como padres debemos estar bien informados acerca de las categorías ya mencionadas anteriormente, así como hablar con ellos desde los 12 años para que se cuiden y conozcan sobre los cuidados y riesgos que existen, ya que en ocasiones el adolescente se deja llevar por los comentarios que escucha con sus compañeros y al desconocer el tema comienzan a tratar de vivir las propias experiencias por encajar en su círculo social.
Recordemos que la adolescencia es una etapa vital en la cual se enfrentan cambios, físicos y hormonales más súbitos, en cuanto a la sexualidad y la adolescencia, abarcaremos desde el gusto por otra persona, hasta el deseo sexual como tal, ya que aquí es cuando los adolescentes se pueden dejar llevar por la impulsividad, dejando de gran lado la razón, prudencia o criterio propio.
La sexualidad comienza desde cómo ellos perciben al mundo a su alrededor, es decir, demostraciones de afecto como un abrazo, beso o caricia, podemos hacer hincapié en comunicar o alejarse cuando alguien muestre estas acciones y parezcan incómodas, también unir con la idea de expresar que cuando se decida mostrar estos actos no siempre podrán ser bien recibidos, sin embargo no significa que pondremos una barrera para no repetir dicho rechazo, recordar que no a todas las personas les agrada recibir afecto de esta manera.
Sin dejar de lado que la sexualidad también abarca el conocimiento del propio cuerpo y su experimentación, así como es normal a los tres años de edad observar la curiosidad del infante por su propio cuerpo, también es normal que el adolescente busque conocer un poco más su cuerpo, ahora con algunos cambios físicos más evidentes.
Al momento que nuestros hijos decidan iniciar una conversación con nosotros acerca de algún chico o chica que le gusta evitemos a toda costa falta de interés, evitación al tema, confrontación o rechazo total al mismo, ya que, si lo hacemos, estaremos cerrando la puerta completamente a la comunicación. Lo mejor es conocer el pensamiento de nuestro adolescente, estar al tanto de ello y sobre todo aconsejar con base en nuestra propia experiencia, sólo si él o ella lo permite.
El cuidado y amor propio evitará algunas elecciones perjudiciales para la relación entre sus parejas, es recomendable aludir las cualidades y desarrollar una amplia autoestima, reforzando pensamientos positivos en nuestros hijos.
Aunque existen muchos tipos de anticonceptivos, como píldoras, parches, hormonales, sólo el uso del condón evitará algunas infecciones de transmisión sexual y pudiese ser el más eficaz para evitar un embarazo no deseado, siendo así, es totalmente recomendable acudir con el especialista para la mejor elección acorde a su organismo. Para poder fomentar la educación sexual se recomienda elaborar una cita médica con el urólogo o ginecólogo, según corresponda, preguntar a nuestros hijos si desean que estemos presentes en la entrevista con el especialista o prefieren esperemos afuera, lo importante de ello es dar la privacidad y sentido de pertenencia a nuestros hijos.
Tengamos en cuenta reforzar la importancia de estar sano, vivir su propio cuerpo de manera positiva y a tener la capacidad de dar y sentir placer, así como entender y sentir comodidad con ellos mismos y su propio cuerpo informando también de la naturaleza de los cambios físicos y hormonales, así como del pensar.
• Cuando hablamos de entender los cambios físicos y hormonales debemos incluir los cambios de una persona a otra, el sangrado menstrual y la ausencia de la misma.
• Reconocer y aceptar la orientación sexual de manera positiva y aceptar los nuevos sentimientos psicosexuales de forma responsable.
• Estar abiertos ante la experiencia del enamoramiento y afrontar cuando no es correspondido este sentimiento.
• Considerar la práctica masturbativa como una acción normal.
• No aceptar relaciones sexuales forzadas y siempre tomar en cuenta, respetando a la otra persona.
• Utilizar métodos anticonceptivos y las enfermedades que se pueden contraer (ITS).
Cuando se es adolescente todo riesgo parece ser poco, la comunicación es pieza clave para poder actuar de la mejor manera posible. Es importante como padres estar orientados acerca de una educación afecto-sexual.
Por Itzel Lucero Hernández Miranda
Psicóloga Clínica
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