Esta vez quise empezar diferente, quiero que te imagines que estamos en la construcción de una casa y cada una de tus palabras y acciones se convierten en ladrillos y dependiendo de si estas son generativas o no la construcción será fuerte o no. ¿Harías este trabajo solo? ¿Tratarías de que alguien te apoyara? ¿Cuidarías aquello que dices y lo que haces?
A qué van tantas preguntas, bueno a que para hacer que tu hijo sea un niño colaborativo y compartido tus palabras y tus acciones serán sumamente importantes en el proceso. Pero para eso primero platiquemos que significa ser colaborativo y compartido.
Ser “Colaborativo”:
• Es una persona que sabe escuchar a otras personas.
• Es una persona que tiene apertura y respeto ante las ideas de los otros.
• Entiende que aunque las otras personas piensen diferente su punto de vista también es válido.
• Es una persona que entiende que si hay diálogo puede dar sus ideas, escuchar las ideas de los demás y generar una idea tomando en cuenta a todos.
• Se mantiene curioso y pregunta para entender a los demás y así poder construir en conjunto.
Ser “Compartido”:
• Es una persona que entiende que el poseer algo lo hace afortunado y que si lo da o presta a otros no pierde al contrario suma.
Una vez teniendo estos dos conceptos claros. ¡Pongamos manos a la obra y construyamos juntos un proyecto para enseñarles a los peques! ¿Creías que solo sería leer? Esta vez no será así, hagámoslo dinámico.
Pasos para crear un proyecto colaborativo para enseñar a compartir:
• Reúne a toda la familia.
• ¿Pregúntese con quién quisieran compartir algo? y ¿Qué podrían compartir?
• Recuerden ser colaborativos. Escuchen todas las ideas, compartan lo que les gusta y lo que no de cada una y construyan con lo que les gustó juntos el proyecto.
• Vayan al lugar que decidieron a compartir y a disfrutar del momento.
• Pregúntense ¿Cómo me sentí al hacerlo? ¿Cómo se veían las personas con las que compartí después de que compartimos con ellos?
• Explícale a tus peques lo que para ti es importante de compartir y lo felices que pueden hacer a personas que no tienen lo mismo que ellos.
Ejemplos:
En casa tenemos ropa o juguetes que ya no nos quedan o ya no nos gustan. ¿Qué pasaría si cada miembro de la familia selecciona la ropa en buen estado que le gustaría y van a donarla?
En casa nos gusta cocinar ¿Qué pasaría si hacemos algo y lo compartimos con nuestros amigos? o ¿Si preparamos sándwiches y los llevamos a un asilo o a personas que lo necesiten?
Tus acciones, tu ejemplo y tus palabras son la mejor manera de enseñar a tus hijos a colaborar y a compartir. Enséñales que cuando son personas que colaboran y comparten no pierden sino que suman en la vida de otros y multiplican la alegría y los momentos felices.