En la prehistoria, la Venus simbolizaba la consideración que en el grupo tenía la mujer, como portadora de la fecundidad y por tanto indispensable para la supervivencia de la especie, más adelante en las sociedades, las mujeres desempeñaron funciones muy diversas, pero el papel como madres era definitorio de su condición social.
En la antigua Grecia, uno de los roles esenciales que la sociedad reconoce a las mujeres es el de la maternidad, así como la administración de la casa. La maternidad es un hecho natural, algo inherente a la naturaleza femenina, desde la perspectiva biológica, la madre es el ser vivo que desde el momento de la fecundación asume esta condición, el cuerpo de la madre poseerá características diferentes a las que mantenía antes de la concepción, así cuando pensamos en ser madres lo relacionamos con el embarazo, el parto y la crianza, pero pensar en estos términos es caer en un reduccionismo de la maternidad.
Ser madre va mucho más allá de la biología, ser madre es una experiencia compleja, es un gran trabajo que viene como una montaña rusa de emociones y sensaciones, así como de situaciones impredecibles que día a día dan sorpresas y aprendizajes.
Nuestra madre es el primer objeto de amor que tenemos, de ella depende nuestra salud emocional, nuestro comportamiento y apoya para que esta se fortalezca en cada una de las etapas. Con ella vivimos nuestro primer acercamiento de la vida, una vez que estamos con ella, nos otorga junto al padre, la confianza básica para nuestro desarrollo en el mundo.
Toda mamá tiene una conexión especial con sus hijos que va más allá de lo que se puede explicar, en ocasiones la sola presencia de la mamá hace que el niño se sienta seguro y confortable, es quien le brinda la contención de no preocuparse porque mamá siempre estará.
La pregunta sería ¿Qué significa para nosotros nuestra madre? Sin duda alguna la persona más importante en nuestra vida, como lo somos para nuestros hijos, mamá es la responsable de cuidarnos día a día, de alimentarnos, de jugar, de enseñarnos, de acostarnos y así se puede continuar con todas las actividades que mamá hace por nosotros.
“Desde que sabes que serás madre la vida cambia, todo se transforma” es una mayor responsabilidad porque no eres tú solamente, maduras, cambias tus sueños, te enfocas en las metas y sueños de la persona que está en tu vientre”
El profundo vínculo que podemos sentir cuando decimos la palabra “mamá” proviene del tiempo que compartimos, de la inagotable paciencia que nos tiene, así como de las frustraciones y los disgustos. Pero al final es una complicidad de vida y de certeza del amor que ella nos da a lo largo de su y de nuestra vida.
El tener a tu madre desde pequeño es de las cosas más maravillosas que el humano vive, ella siempre estará a tu lado, valora cada segundo que estés con ella, abrázala, consiéntela, todo lo que desees para ella demuéstralo en vida porque son esos seres mágicos que nos dan paz y tranquilidad que nadie más nos hace sentir. Nunca juzgues a una madre porque no hay escuela o manual que enseñe como hacerlo.
El rol de la madre en la sociedad actual es muy importante, ser madre es un trabajo de tiempo completo y en este siglo XXI, el rol de las madres se encuentra también en la oficina, el llegar a la casa después de una larga jornada de trabajo llega a ser agotador. No es cuestión de dejarlas hacer todo eso, conforme los hijos van creciendo se debe ayudar y retribuir con un gesto pequeño lo que hacen por nosotros, pues la sobrecarga de trabajo a veces no deja tiempo para ellas, por ende, es importante evitar que todo el peso del hogar recaiga sobre ellas y hacerles saber que en el hogar todos aportan un granito de ayuda.
No debemos olvidar que la maternidad es uno de los roles más exigentes y criticados por la sociedad, en muchas ocasiones con ideales imposibles de cumplir, es importante no evaluar ni juzgar el proceder de otras madres, dado que no existen buenas o malas, se debe recordar que cada mujer tiene su historia y que hacen lo mejor que pueden. Y siempre tener claridad que la vida es un aprendizaje y las madres nos permiten crecer y sanar cosas que de pronto como hijos no sabemos resolver.
Muchas personas cuando les preguntan a quién admiran, nombran a “mi mamá”, por todo lo que ha hecho por mí, porque es mi ejemplo a seguir, por ser la persona que me ha apoyado, por ser una mujer trabajadora, alegre y sencilla, que a pesar de todas las complicaciones siempre estuvo con una sonrisa, porque también se puede tener días malos, a veces me corrige, me llama la atención, entender que no lo hace con dolo sino porque espera que sea una gran persona que ocupe un lugar en la sociedad.
Mamá irá envejeciendo y los papeles se invertirán, ahora nos tocará cuidarlas cuando tengan cierta edad, tendremos a nuestras familias y ocupaciones, pero el amor que se les tiene perdurará, lo que hará que no las dejemos solas. No sólo un día celebremos a nuestras mamás, todos los días demostremos ese amor tan grande que sentimos y agradezcamos que están por siempre con nosotros.
“Las madres son las encargadas de traducir nuestro mundo interno, poner palabras a lo que sentimos, empatizar nuestras emociones.”