¿Qué pasaría?

Hola ¿Cómo te sientes hoy? ¿Cuántos días llevas en casa? o ¿Eres de las personas que requieren salir de casa a trabajar para dar un sustento al hogar? Con estas líneas me gustaría compartir algunos puntos de reflexión contigo y que juntos entendamos un poco más de lo que está ocurriendo.

Creo que el primer gran reto al que nos enfrentamos en esta situación es el hecho de tener que estar en su mayoría en confinamiento, el que ahora tenemos mucho más tiempo para estar con nosotros mismos y eso a veces se torna complicado ya que nuestros diálogos internos parecen estar ahí y no irse jamás, no sabemos convivir con nuestras emociones porque no nos han enseñado a hacerlo. Y hoy tenemos el tiempo para convivir con aquello que usualmente no queremos sentir o pensar en nuestro día a día habitual lleno de distracciones como lo son el trabajo, las responsabilidades, la familia, las deudas, entre otras.

¿Qué pasaría si en este momento te das la oportunidad de voltear a ver aquello que has arrumbado o evadido por años? ¿Qué pasaría si te das la oportunidad de limpiar eso? Sí, al igual que probablemente lo has hecho con tu hogar en estos días, limpia aquellas creencias, emociones que no están sumando a tu vida y que tal vez están ocupando un lugar aún sin saber que las tenías ahí. O al contrario emociones nuevas que han surgido a raíz de lo que estamos viviendo y que al desconocerse no sabes cómo relacionarte con ellas. Puedes hacerlo por tu cuenta o recurrir a un especialista y aventurarte a un viaje en donde no tengas que salir de casa, ese viaje tan maravilloso será a tu interior. Ojalá te animes a no dejar que el miedo te detenga para hacer esta aventura.

El confinamiento también significa el dejar el mundo que conocemos para estar en un lugar determinado, convivir a diario veinticuatro horas, siete días de la semana con las mismas personas y lidiar no sólo con lo que “yo” estoy sintiendo (que a veces ni yo lo entiendo) sino también con lo que las personas con las que convivimos están sintiendo. Y a ratos parece que nuestra amiga la “Locura” se apodera de la casa y todo es un caos. Esto es una excelente oportunidad para aprender a conocer a las personas de nuestra familia, a veces creemos conocerlas, saber cómo se sienten o cómo piensan.¿Qué pasaría si dejamos de asumir todo esto? Sí preguntamos, si indagamos y sobretodo si respetamos el sentir e identidad del otro. Este hecho que estamos viviendo es una experiencia nueva que no teníamos en nuestros registros por lo cual… ¿Qué te hace creer que todos la estamos experimentando igual? Es válido estar triste a ratos, estar molestos, estar frustrados, es válido sentir y dejar que el otro sienta, es decir permitirle llorar, permitirle un día no hacer nada, permitirnos inclusive estar enojados sin hablarle a nadie. Lo que no es válido es estancarnos en una emoción y/o lastimar al otro por cómo nos sentimos.

Aquí aparece el tercer reto, conforme pasan los días aparecen mayores factores para sentirnos molestos y frustrados, ya no sólo es el confinamiento, también la presión económica y la incertidumbre hacia el futuro. Esto nos puede hacer relacionarnos de formas más violentas y esto significa hacerle daño a la persona que convive día a día con nosotros y hay que poner mucha atención en nuestro comportamiento para no lastimar a los que nos rodean.

Por el contrario si eres una persona que está sufriendo de violencia en casa y estos días han sido aún más complicados no estás solo, identifica tus redes de apoyo (personas de confianza, familia, amigos, compañeros de trabajo), hay instituciones y especialistas que pueden apoyarte. Ser víctima no significa ser débil, significa que alguien te lastimó, estás asustada por las amenazas, tu autoestima está lastimada, existe el trauma es real y tal vez hoy no te sientes con la fuerza para lograr salir de ahí. Si ya decidiste salir ¡eres muy valiente! por dejar de auto engañarte y creer que la persona cambiará… la única persona a la que podemos cambiar es a nosotros mismos.

Si eres tú el familiar de alguien pasando por esta situación no lo juzgues trata de ser paciente, eres su sistema de apoyo. Date cuenta de que tu ser querido está traumatizado, el estar en una relación emocionalmente abusiva te lleva a un estado mental en que no escuchas consejos lógicos, exprésale tu preocupación y hacerle saber que estás ahí para apoyarlo.

Nos encontramos viviendo de formas muy diversas esta situación que nos ha agarrado a todos por sorpresa, lo primero es no juzguez y no te juzguez cada persona está haciendo lo mejor que puede a sus posibilidades, incluyéndote. No hay forma correcta o incorrecta de abordar la situación por lo que es momento de brindar apoyo, respeto y solidaridad primero contigo mismo y después con la persona que tienes a lado. ¿Será posible que esta situación nos traiga cosas que agradecer y aprender?

Por Mary Carmen Casillas
Maestra en psicoterapia y Coach Certificada
Contacto:
Mail: mcc.psicoterapia@gmail.com
Fb: @mccpsicoterapia
Página Web: www.psicologocuernavaca.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *