Depresión

El trastorno silencioso de la adolescencia

Comencemos haciendo una descripción acerca de la depresión, enfatizando a la depresión como una enfermedad la cual interrumpe la capacidad para poder llevar a cabo las actividades diarias- rutinarias, como lo son: comer, dormir, trabajar, estudiar, asearse, etcétera.
La depresión ocurre en cualquier edad, sin embargo, comienza con mayor frecuencia en la adolescencia, entre los 20 o 30 años, combinado en ocasiones con algún otro tipo de trastorno mental como el abuso de sustancias o ansiedad.

La tristeza es una emoción universal, con un tiempo determinado no duradero. La depresión es un trastorno mental extenso el cual se ven involucrados eventos pasados de pérdida y abandono; conflictos existentes no resueltos, aislamiento social y pérdida de la existencia de figuras representativas como familia y amigos cercanos; la falta de motivación y energía son dominantes frente a la solución de problemas o la creación de actividades recreativas.

Las relaciones afectivas son materia predominante, sin embargo, existe una pelea intrínseca por mantenerlas y no tener energía para socializar. Siguiendo esta misma línea lo peor que le puede pasar a una persona con depresión es querer que lo amen, pero no saber como recibirlo puesto que piensan que no lo merecen.
En ocasiones la depresión no es del todo evidente, cuando el adolescente es poco expresivo, poco sociable y considerablemente reservado en su ámbito social aparentemente no se da a notar mucho cambio en actitudes o actividades. Por lo que es sumamente importante estar observando minuciosamente el comportamiento de los adolescentes. Ya que como recurso toman lo primero que tienen a su alcance como lo son adicciones: alcohol, drogas, videojuegos, ludopatía, entre otros. Como resultado de una depresión existe baja autoestima, a consecuencia de ello bullying, cutting, ansiedad y en ocasiones a causa de la depresión grave, el suicidio.

La comunicación debería ser la pareja de la adolescencia puesto que en esta etapa suceden muchos cambios hormonales, fisiológicos, psicológicos y sociales.
Una persona extrovertida puede padecer depresión a causa de una pérdida significativa y no justamente que su reacción sea notable puesto que trata de afrontar la situación de manera positiva en el ámbito social, “hacerse el fuerte”, sin embargo, no debemos dejarlo pasar desapercibido puesto que no sabemos qué sucede en la mente del adolescente tras cerrar la puerta de la habitación, minutos antes de dormir o incluso pensamientos cuando se encuentre sin esta parte social. Es por ello que la comunicación y el proceso terapéutico es fundamental, primero como salud mental y en este caso como apoyo y acompañamiento frente a situaciones sin resolución.

Algunos aspectos para identificar la depresión son:
Estar constantemente triste, ansioso o sentirse “vacío”; Sensación de que todo sale mal; Culpabilidad constante; Irritabilidad; Aislamiento social; descuido escolar; pérdida de interés por actividades en las cuales antes generaban mucho interés; cambios de hábitos en sueño o alimentación; cansancio recurrente; poca energía; problemas de concentración o dolores de cabeza.

Algunas actividades para el control de la depresión incluyen mantenerse activo y hacer ejercicio simple, establecer un horario de sueño, pasar tiempo con redes de apoyo, priorizar actividades escolares, laborales o domésticas para después llevar a cabo las prudentes frente a este padecimiento.
Como familiar frente a una persona o adolescente diagnosticada con depresión podemos apoyar siendo comprensivo y paciente incluso si no entendemos muy bien lo que está sucediendo, fomentar hábitos de recreación como eventos sociales, por ejemplo. No debemos dejar de lado comentarios sobre muerte o suicidio, no importa si parecen broma. Nunca sabemos qué tanto alcance tiene dicho discurso. La depresión no es una enfermedad que tenga que quedarse como un secreto entre familiares o amigos, se tiene que canalizar con un especialista en salud mental.

Los comportamientos en la depresión suelen ser súbitos por ello es que es realmente alarmante un adolescente con depresión. Tome en cuenta que no está inventando los síntomas y lo que pudiese parecer irritabilidad o pereza pueden ser síntomas de depresión, es importante saber e historial familiar acerca de la depresión para un mejor entendimiento.
Evite armas de fuego, cuchillos, cables, lazos, medicamentos y bebidas alcohólicas cerca de una persona diagnosticada con depresión.
La depresión es uno de los trastornos mentales que necesitan tratamiento integral el cual incluye apoyo psiquiátrico, psicológico y familiar.

Por Itzel Lucero Hernández Miranda
Psicóloga clínica
Mail: lucero_hemii@hotmail.com
FB: Psic. Lucero Hernández

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