Mi peque emprende su camino… 

Por Karen Creci/ Escritora 

Platón decía que “Debemos de construir una sociedad en la que cada uno haga aquello en lo que es mejor”. Esta sabia frase nos ayuda a caminar hacia un destino en el que nuestros hijos se enfrentan a un nuevo cambio y despertar, hacia el desarrollo de sus potencialidades, como son un pensamiento crítico, la libertad e incluso la felicidad. 

Sabemos que, como padres, uno de los más grandes retos en el regreso a clases, es ver crecer a nuestros hijos y soltarlos a un mundo que podría parecer desconocido y, es aún más difícil, cuando son pequeñitos, al darles la independencia que necesitarán para poder enfrentar los nuevos retos que se les presenten. 

Como padres, el enfrentar situaciones inciertas, puede llegar a causar angustia y ansiedad, pero se debe estar conscientes que, en muchas ocasiones, el niño tampoco conoce lo que va a ocurrir; por lo que la labor comienza en casa, acompañándolo. 

Te explico, el lenguaje se creó para poder representar cosas que, aunque no estén presentes, les damos sentido. El hablar de algo, hace que exista, y ésta es la primera forma de guiar al pequeño; platicando de lo que va a ocurrir, de las expectativas que él tiene y de los maravillosos beneficios que como tutores se cree que este inicio va a ofrecerle. Abrir su horizonte no sólo a los conocimientos, sino a los espacios nuevos y a los amigos por conocer. Es maravilloso también enseñarle que puede fortalecer las amistades que ya tenía y como consejo, es importante te intereses por conocer los amigos que los hijos van logrando a lo largo de su camino. 

Hay ocasiones, en la que los niños tienen miedo de no lograr hacer amigos, pero siempre se tiene que fortalecer su autoestima, ayudándole a reconocer que tiene un gran potencial para lograrlo, llevando a su cerebro de la mano a recordar experiencias positivas del pasado, como en esas ocasiones en las que no conocía a nadie y consiguió integrarse. 

Cuando tenemos en casa niños muy pequeños, hablar de lo que causa ansiedad y estrés no es muy eficiente, así que te recomendamos utilizar imágenes o representaciones escénicas, acompañadas del lenguaje, para ir integrando lo que ve, con palabras.

A medida que el gran día se acerca, debemos prepáranos con antelación, entendiendo que los niños y adolescentes pierden el ritmo de vida en las vacaciones; rompen con patrones como los del sueño y alimentación, así como con su memoria de trabajo y periodos de atención o concentración, la cual no es fortalecida por la televisión y los aparatos tecnológicos. 

Para que el cerebro reciba nuevos aprendizajes, se requiere de toda una estructura cerebral bien organizada y si bien, es cierto, que el descanso es imprescindible para que el cerebro funcione correctamente, debemos de acompañarlo de poco en poco para lograr retomar su ritmo “de trabajo”. Unos días antes, ayúdalo paulatinamente a reanudar su hora de sueño, recordando que, si de principio los acuestas muy temprano, no lograrán dormir ni descansar. 

El cuerpo es mágico y si le vas enseñando y reorganizan sus rutinas de las tardes, comenzarán a integrar horarios, evitando así pleitos innecesarios. Recuerda que un sueño reparador se logrará cuando los niveles de cortisol en su sangre sean bajos, así que, si no logras que se canse, puedes apoyarte del ejercicio. 

Al comenzar la escuela, recuerda que los deberes escolares deben de ser una prioridad y es mucho mejor hacerlos antes de todas las actividades de las tardes o de los dispositivos electrónicos. Enséñalos a ser responsables con sus útiles, a preparar como una rutina de la noche, sin importar la edad, su uniforme o ropa que usan para la escuela. Con esto, estarás impactando positivamente en la madurez de tu hijo. 

Planea momentos que compensen la ansiedad, como los deportes, juegos, risas; es también esencial el reconocimiento hacia tu hijo como persona y de sus cualidades. Imprime recuerdos en su cerebro al abrazarlo, sonreírle y felicitándolo, así estarás aumentando su autoestima, liberando los neuroquímicos necesarios para enfrentar los retos por venir. 

Si decides incorporarlo a actividades extracurriculares, asegúrate de que, en ellas, se sienta confiado y seguro. Y si llegase a sentir represión de sus capacidades, enséñale a reconocer sus dificultades, mostrándole que tiene poderosas herramientas y que sólo falta trabajarlas. 

Acompaña a tu hijo en su crecimiento, no corras, es paso a paso y de poco en poco pero siempre con constancia. Tu actitud debe ofrecerle un hombro de apoyo y ayuda. Confía en tu hijo y enséñale a confiar en ti, al verte en un estado de calma y seguridad. 

Recuerda que están aprendiendo juntos. Platón también nos enseñó que “Nunca hay que desanimar a nadie que continuamente hace progresos, no importa lo lento que vaya”. 

¡Tú puedes, ustedes pueden! ¡Éxito!

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